¿Importa el tamaño de la próstata?
La hiperplasia benigna de próstata consiste en la inflamación del conducto que abraza la uretra. Es una enfermedad muy común que suele afectar a hombres de más de 40 años.
Suele provocar síntomas urinarios molestos e, incluso, problemas renales, en la vejiga y/o en las vías urinarias.
¿Qué causa la hiperplasia benigna de próstata?
Se trata de una patología que afecta al 90% de hombres a partir de los 70 años, por lo que no es extraño señalar la edad como la primera de las causas de esta afección.
También cabe tener en cuenta el aspecto hormonal, la obesidad y los antecedentes familiares de problemas prostáticos.
¿Cuáles son los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata?
Los principales síntomas de la HBP suelen detectarse al miccionar. Es habitual que los hombres que la padecen perciban que la fuerza del chorro ha disminuido o que éste se interrumpa.
También es común notar dificultad al empezar a orinar, el escozor o el goteo al terminar de orinar. Sentir la necesidad de vaciar la vejiga con mucha frecuencia es otro de los síntomas más comunes de la enfermedad.
Si, además, los síntomas anteriores vienen dados con sangrado o infecciones de orina, es probable que existan otras complicaciones.
¿Está relacionada la HPB con la incontinencia urinaria?
Cuando la hiperplasia benigna de próstata afecta a la vejiga hacia atrás, los pacientes suelen sentir gran urgencia de orinar y, por ello, pueden darse escapes antes de llegar al baño.
¿Puede causar complicaciones la HPB?
Acudir cuanto antes a la consulta cuando se detecten síntomas de HPB es fundamental para que el problema prostático no depare en complicaciones como la retención urinaria, el daño en la vejiga o los riñones, las infecciones urinarias o los cálculos en la vejiga.
¿Qué relación guarda con el cáncer?
No se han encontrado evidencias de que la HPB aumente el riesgo de padecer cáncer entre los hombres que la padecen, aunque ambas enfermedades pueden coexistir en un mismo paciente.
Aprovechamos para recordaros que las revisiones periódicas son vitales para descartar problemas urológicos y prevenir complicaciones futuras.
¿Cómo se trata la hiperplasia benigna de próstata?
Tradicionalmente, podemos discernir entre dos tipos de tratamientos: los quirúrgicos y los farmacológicos.
En primer lugar, los tratamientos de carácter farmacológico ayudan a mejorar la calidad de vida del paciente, ayudando al vaciamiento de la vejiga y a la calidad del chorro al miccionar.
Por otro lado, los quirúrgicos, se emplean para eliminar el tejido de la próstata que obstruye el conducto. En este sentido, existen nuevas alternativas de tratamiento menos invasivas y que, aunque recientes, resultan prometedoras.
¿Cómo podemos prevenir la HPB?
Para cuidar la salud prostática es recomendable hacer ejercicio con frecuencia y mantener una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras. La obesidad aumenta la predisposición a padecer la hiperplasia benigna de próstata.
Por último, llevar una vida sexual activa también es beneficioso para la próstata. Existen estudios de la Universidad de Harvard (EEUU) que señalan que eyacular con frecuencia reduce el riesgo de padecer cáncer.
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